domingo, 1 de mayo de 2005

España necesita una descentralización real

Creo que va siendo hora de que en España se haga una descentralización real del poder. Y me refiero con ello a que se pueda llegar a un "pacto autonómico" o algo así, mediante el cual queden perfectamente definidas las competencias de las autonomías y del poder central.

No veo razón para que el poder central no tenga más que las competencias necesarias como tal. Es decir, representación exterior, defensa, justicia, economía y hacienda, y poco más. Y que todo lo demás pase a manos de las autonomías.

Me viene a la mente el ejemplo de Estados Unidos. De todos es sabido el patriotismo de la inmensa mayoría de los estadounidenses (himno, bandera, etc.). Pero eso no impide que la mayoría de las actividades del día a día de los ciudadanos estén regidas no por el Gobierno Federal, sino por el Gobierno del Estado en cuestión. Es así, por ejemplo, en materias tales como educación, leyes de tráfico, administración de justicia (excepto para delitos federales), leyes de matrimonio y divorcio, etc. Y ello no impide tampoco que se sientan totalmente estadounidenses.

No estaría mal que España siguiese dicho ejemplo (con los hechos diferenciales necesarios, por supuesto). Y que hubiese una clara delimitación de funciones por parte de cada poder (central y cada autonomía), que cerrase de una vez y para siempre el tedioso discurso reivindicativo de muchos nacionalistas.

Pero quiero añadir que esa descentralización no debería quedarse únicamente en otorgar más poder a las autonomías a costa del poder central, sino que debería llegar hasta darles más poder también (y probablemente sobre todo) a los ayuntamientos (en detrimento de los poderes central y autonómico), porque son ellos los que mas cerca están de los ciudadanos. Y es que mucho se escucha de la reivindicaciones autonómicas frente al poder central, pero muchas veces esas mismas autonomías son reacias a ceder poder a los ayuntamientos, en una señal no de descentralización, sino de autonomismo egoísta.

Por todo ello se hace necesario un pacto que delimite las responsabilidades y los recursos de las distintas administraciones españolas (central, autonómica, local). Y, a partir de ese momento, que de verdad se dedicaran los políticos a administrar en nombre de los ciudadanos, y no a hacer política barata.

7 comentarios:

  1. NO puedo irme, sin comentar este post. No hay nada más antieconómico y lioso como un Parlamento Autonómico que haga lo que (según parece) más le gusta hacer: DUPLICAR FUNCIONES DEL ESTADO.
    Las Autonomías, tienen su razón de ser, en acercar la labor de Gobierno a los ciudadanos. Ni más, ni menos.
    Habrá, lógicamente, competencias que el Estado estará obligado a retener, pero... enfín. Vamos, sin embargo, en un camino totalmente opuesto; para lograr esto, primero ha de entenderse la relación de las Autonomías como de absoluta lealtad respecto a la Nación que las alberga. Ahora... da la impresión que si no se ataca al Estado desde las Autonomías (aunque el Partido que gobierne en ambos sea EXACTAMENTEel mismo), no se desarrolla una función de gobierno aceptable.
    Saludos liberales.

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  2. De acuerdo con los dos. Más descentralización, no a la duplicidad de funciones. Sí a la lealtad a la Nación. Más cercanía al ciudadano. Es el buen camino, creo yo.

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  3. El planteamiento que haces es bastante bueno sobre el papel. Pero yo no lo firmaría nunca. ¿Por qué? Pues muy sencillo. Pones el ejemplo de EEUU como país "descentralizado". Muy bien. Las dos preguntas que a mi me surgen son: 1ª) ¿Nos damos cuenta de que hay estados más grandes que España? 2ª) ¿Existen partidos separatistas en los EEUU? Esta 2ª cuestión me parece muy importante. Si quienes gobiernan determinadas CCAA no son leales a la unidad nacional, la descentralización -a mi juicio- no puede pasar de donde estamos. Es muy fácil descentralizar en EEUU. En España los riesgos de fractura son más que evidentes.

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  4. España lo que necesita es una legislación que impida a sus enemigos utilizar los recursos económicos de los españoles para hacerla desaparecer. Ya hemos visto la ventaja de ceder competencias como Educación y Sanidad a las Autonomías. Generaciones educadas en la cultura del odio a España y un déficit en Sanidad que no tiene arreglo. De lealtades en un país que permite que sus símbolos nacionales sean humillados y vejados día sí y día también en determinadas zonas, es humor negro. En cuanto a francotirador- que huele a la fragancia de moda "Nazionalista PuigCerdó"- tiene gracia que critique el uso del término nación. ERC, PNV, ETA-Batasuna y los que los comprenden, apoyan o amparan, esos sí que apestan.

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  5. Francotirador, yo tengo España en el corazón y no me avergüenzo de ello. Tú ¿llevas algo? ¿Quizás alguna República Utópica e Ideal como las leninistas? El beso te lo guardas para Zerolo. Saludos.
    P.D. Así ya puedes llamarme homófobo.

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  6. A ver, Francotirador... partimos de dos modos distintos (yo casi diría que irreconciliables) de Estado. Es más, Vd. se ríe del concepto de Nación que tengo yo.
    Le pregunto: ¿en nombre de qué, yo tengo que asimilar o aceptar el suyo?.
    Lo de cambiar o modificar la Historia para que quede "digerible" a sus estómagos y justificar ciertas historias de hechos diferenciales, es algo que se ha demostrado que no funciona; a la corta o a la larga, terminará indigestándoseles.
    No vale la pena polemizar sobre ese asunto; yo a Vd. no le convenceré, pero créame, que Vd. a mí, todavía menos. Tengo ya 41 años, las he visto de todos los colores, y me paseo por Europa desde jovencillo.
    Le sorprendería lo que significa para el resto de Europa mi Región (su Nación, supongo). Existe un total desconocimiento de lo que es Cataluña. Conocen Barcelona, pero... se les ha de explicar que entre Barcelona provincia y tres provincias más... se forma una región llamada Cataluña.
    Si no me cree, y tiene ocasión de viajar por Europa, haga la prueba. No digamos ya por EE.UU. o Japón. Le aseguro que se sorprenderá Vd. amargamente.
    Saludos liberales.

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  7. Jose: en general, sí a lo que dices.

    El resto de lo que leo: observo gente que no ha aprendido a no ser nacionalista español antes de analizar el nacionalismo periférico. Siento decir que llevar España en el corazón es tan tonto como llevar Cataluña. Yo no quiero identidades que coarten mi libertad de hacer y ser como quiera. Eso no quita que España sea una idea útil y entrañable, pero no al precio de una imposición. Y lo mismo para eso de ser catalán o vasco: ¿es tan importante llevar patrias en el corazón o se trata de asegurar una ciudadanía, unas libertades, unos métodos de toma de decisiones...?

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