lunes, 9 de octubre de 2017

¡Basta!



Sinceramente, después de los sucesos del 1-O, así como de los que le precedieron y le sucedieron, pensé que todo estaba perdido. El acoso al que fueron sometidos los no nacionalistas en Cataluña en los días previos al referéndum fue dramático (que fue el colofón del acoso al que llevan sometidos por años, dicho sea de paso). La gestión que hizo el Gobierno ese día fue lamentable, a lo que se unió la propaganda separatista, llena de mentiras. Las imágenes de los días posteriores, con una masa separatista desatada y enfurecida que acosaba sin límites e impunemente a Guardia Civil y Policía Nacional (y a sus hijos en las escuelas), hacia prever que la derrota estaba cercana.

Pero no. Todo cambió a raíz de las impactantes imágenes de ciudadanos catalanes no nacionalistas mostrando a cara descubierta, individualmente y en manifestaciones espontáneas, su apoyo a GC y PN. El mensaje gubernamental a través del rey parece que también aportó su granito de arena, y produjo que muchos que apoyaban silenciosamente el orden constucional en toda España pasaran a hacerlo a gritos. Las banderas españolas aparecieron por doquier, en Cataluña y en el resto de España, así como las manifestaciones espontáneas en muchísimos puntos de la geografía nacional. Y el impresionante final (por ahora) ha sido la multitudinaria manifestación en Barcelona en favor de la unidad de España.

A lo anterior hay que añadir un detalle, no sin importancia, el del espontáneo escrache a Pablo Iglesias en el aeropuerto de Barcelona. Ya no son solamente ellos los que acosan a cargos públicos, sino que ahora también están probando su propia medicina.

Muchas veces he escrito desde este blog del aborregamiento de la sociedad española. Parece que, al menos en el presenta caso, ese aborregamiento ha dejado de existir. Ante el peligro real de que la democracia y la libertad fueran arrastradas por una masa de separatistas catalanes y extremistas nacionales (no olvidemos la activa colaboración de Podemos en todo este lío, viendo su miserable oportunidad de acabar con lo que ellos llaman "el régimen del 78") da la impresión de que la sociedad civil española en general y catalana en particular ha decidido gritar "¡basta!" y actuar en consecuencia.

Espero que el Gobierno de la nación esté a la altura de las circunstancias. Supongo que ahora será más fácil que hace unos días, al sentir que las duras medidas que deberá tomar en el caso de una posible declaración de independencia de Cataluña están apoyadas por una ciudadanía que, cansada de las violaciones de la legalidad vigente, de la democracia y de la misma libertad por parte de los separatistas, ha decidido plantarse y gritar, repito, "¡basta!"

2 comentarios:

  1. Todo perfecto con la excepción de la reprimenda de ese menda del psoe(omito el nombre de ese individuo),perteneciente a un partido culpable de estos años de represión en Cataluña.
    ¿Quien pelotas es este tipo para decirnos a quien debemos ó no abuchear?.
    Por supuesto la entrevista de ese elemento de Moncloa,¡Dios,como odio a este tipo!,la nula informacion en la tele estatal(al servicio de la tropa partitocrática) y la television fascista catalana,fué como siemmpre,lo peor de la jornada.
    A ver si algun dia presenciamos el cierre de esa cloaca.

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    1. Yo creo que en la Constitución hay medidas de sobra para enfrentar el desafío independentista catalán y vencer. Espero que Rajoy las aplique con el apoyo de Sánchez (como ha prometido este último).

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